Realizar ejercicio mínimo tres veces por semana es fundamental a cualquier edad. Si se hace deporte a lo largo de la vida se tendrá una salud física y mental óptima. Por ello, escoger una actividad física desde temprana edad hará que en las etapas adultas se siga haciendo algo fácil para mantener la motivación.
La Escuela Europea del Deporte propone algunas de las actividades deportivas más asequibles para que niños, jóvenes y adultos lleven una vida activa. También, indica que siempre es mejor empezar un ejercicio con un profesional, ya que es importante conocer la condición física y los posibles limitantes para la práctica del ejercicio físico. Su Máster en Personal Trainer prepara de la mejor manera para esta tarea.
Andar en bicicleta
Salir a pasear en bicicleta fomenta el equilibro y la coordinación, además de que fortalece los músculos y tiene bajo impacto articular. Según los expertos, lo que mantiene ágil y fuerte a las articulaciones son los músculos. Por eso, todo deporte que promueva su activación es muy necesario.
Salir a caminar
Andar es la actividad física más sencilla que se puede practicar a cualquier edad. Tanto en el campo o en la ciudad, salir a caminar ayudará a mantener buenos niveles de colesterol y buena salud mental. Ahora bien, si se quiere ir por la montaña y ser guía por itinerarios, la Escuela Europea del Deporte ofrece un curso completamente enfocado en ello.
Yoga o pilates
Además de fortalecer el cuerpo es muy importante trabajar la mente. Las actividades dirigidas al bienestar mental como el yoga o pilates aumentan la función cerebral y la capacidad cognitiva. Asimismo, mejoran el equilibrio, la flexibilidad, los dolores y molestias articulares y artritis. El Máster Monitor de Pilates de Maquinas es el mejor aliado para estar saludable.
Bailar
El Máster en Diseño de Coreografías y Fitness enseña que el baile es recomendable para desarrollar conexiones neuronales y estar relajados y alegres.
No hay que olvidar que el baile facilita las interacciones con otras personas, aunque ahora haya restricciones por la pandemia, las relaciones sociales disminuyen las posibilidades de depresión, estrés y la ansiedad.