¿Existe realmente el síndrome postvacacional? ¿Es una enfermedad como tal con sus síntomas y sus tratamientos? O, simplemente ¿se trata de un mito sin base científica? Septiembre está a la vuelta de la esquina, y con él, Esneca Business School, escuela de negocios online líder en formación elearning, nos ayuda a poner luz acerca de este tema. Además, cabe recordar que, en este centro educativo, podremos encontrar formación especializada en Psicología y Trabajo Social.
Síndrome postvacacional: ¿Qué hay de cierto?
Seas de los que se toman las vacaciones en julio o de los que prefieren hacerlas en agosto, volver al trabajo no es un plato de buen gusto para todo el mundo. Mientras que algunas personas son capaces de hacerse a la idea y aceptarlo con buen humor, otras son incapaces de ello y asumen que están sufriendo el conocido como síndrome postvacacional.
Los síntomas más comunes son la astenia, la falta de energía, los problemas de insomnio, pesimismo e irritabilidad o la falta de concentración. Sin embargo, ¿pertenecen estas sensaciones a una patología o enfermedad? No, lo cierto es que la ciencia está dividida en este aspecto. Es verdad que podemos experimentar estos síntomas, pero no forman parte de un “síndrome” o enfermedad.
Mitos y verdades acerca del síndrome postvacacional
- Es una enfermedad:
La ciencia no se decide por aceptarla como una “enfermedad” como tal. Todo apunta a que se trata de una readaptación que nuestro cuerpo debe hacer para volver a la vida activa.
- Se produce por un cambio de hábitos: verdad.
Todos sabemos que es el jet-lag: ese conjunto de síntomas que padecen las personas que viajan a zonas del mundo con grandes diferencias horarias. Lo mismo pasa con el síndrome postvacacional. Cambiar de una vida estresada y frenética a un descanso total es fácil; hacerlo al revés requiere de más tiempo e implica más dificultades.
- Puede causar depresión: mito.
A pesar de que la vuelta a la vida activa puede desencadenarnos ciertos cuadros depresivos, no se considera una causa de esta enfermedad.
- Se puede evitar: verdad.
Para evitar la aparición del síndrome postvacacional, los expertos recomiendan no volver directamente a la rutina. Es decir, es recomendable volver poco a poco a la normalidad, dejando por ejemplo, el último día de las vacaciones para empezar a reactivarnos de nuevo.