Reportajes

Cuatro de cada cinco usuarios de aerolíneas low cost viajan por turismo

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  • Tres de cada cuatro españoles encuestados elige viajar en aerolíneas low cost, la opción económica preferida en el contexto actual
  • Los más jóvenes prefieren Ryanair y los perfiles senior, Vueling 
  • Según los datos de la encuesta de EAE Business School, casi el 70% de los encuestados se declaran “totalmente satisfechos” con el low cost y un 7,7% nada satisfecho

El estudio “Transporte aéreo y sostenibilidad de EAE Business School refleja como tres de cada cuatro españoles elige compañías low cost para viajar en avión durante sus vacaciones. Los datos, basados en una encuesta a 1.000 personas de más de 25 años de toda España, destacan que el 55% de los encuestados se desplaza en avión una vez al año mientras que el 35% lo hace 4 veces al año. “El resultado de la encuesta nos indica que las personas que suelen viajar más frecuentemente lo hacen por motivos profesionales y suelen ser hombres, también que a mayor edad hay menos frecuencia de viajes y lo realizan más mujeres que hombres. Esto se puede deber a la demografía ya que según aumenta la edad, hay una mayor supervivencia de mujeres”, señala Romà Andreu, profesor de EAE Business School y autor del informe.

Otro dato destacado del informe es que el 74,16% de los encuestados se declaran usuarios habituales de compañías low cost. De ellos, el segmento de edad de 36-45 años es el que más representación obtiene suponiendo un 30,3% del total. Por el contrario, el grupo de edad 66-99 es el menos representado en las aerolíneas low cost, con solo un 7,1% del total. El 53,6% declara usar compañías low cost para un viaje al año y, en general, suelen viajar por vacaciones (84,58%). Solo el 15,4% especifica que su motivo más habitual de viaje es el trabajo.

“Esto puede explicar la expansión que han tenido las low cost realizando rutas que antes eran casi en exclusiva, de compañías Legacy, o al establecer sus bases principales en aeropuertos principales como ha sido el caso de Vueling en Barcelona, compañía que hace una segmentación de precio y servicios teniendo en cuenta al pasajero de negocios”, señala Andreu.

Si analizamos dentro de cada segmento de edad, y consultados por los últimos vuelos realizados, los más jóvenes (25-35 años) declaran haberlo hecho en Ryanair (52,4%), seguida por Vueling (29,7%). En el caso de las franjas de edad, de 56 a 65, la elección es la contraria, aunque con menos diferencia: Vueling con el 41,7% y Ryanair con un 36,2%.

Según los datos de la encuesta de EAE Business School, casi el 70% de los encuestados se declaran “totalmente satisfechos” con el low cost y un 7,7% nada satisfecho. “Por géneros y sin grandes diferencias, las mujeres se declaran más satisfechas”, matiza Andreu.

Los consumidores consultados valoran sobre todo el precio de la oferta de las aerolíneas low cost con casi un 87,5%. La cantidad de rutas y su frecuencia y la facilidad de compra y “check-in”  ocupan la segunda y tercera posición en la valoración con un 36% y 33%, respectivamente. Los horarios y la puntualidad se sitúan por detrás en la valoración.

SOSTENIBILIDAD & SECTOR AÉREO

A una gran mayoría de encuestados (88%) les preocupa el cambio climático y a un 78 % también las emisiones de los aviones. Un 40% ha cambiado sus hábitos de transporte desde la pandemia, aunque un 61,3% siguen usando aviones con la misma frecuencia. El 38,8% afirma haber sustituido el avión por otro medio de transporte. El tren ocupa el primer lugar con un 70,8% (y el segmento que más lo elije son los de 36 a 45 años) y el coche propio con un 48% (sobre todo la franja de edad de 46-55). “En todo caso, no hay que perder la perspectiva que cualquiera de los otros medios también utiliza combustibles fósiles”, recuerda el autor del informe.

A pesar de la preocupación generalizada por la sostenibilidad, solo un 48% de los encuestados consultados estarían dispuestos a pagar más por utilizar aviones más sostenibles, de los cuales, el 61% no pagarían más de un 10% para usar un avión más sostenible. “Podríamos concluir que la motivación de lucha por la sostenibilidad medioambiental de las ciudadanas y ciudadanos es real, pero no acaban de poner los medios individuales para hacerla realidad del todo. Los factores económicos y el propio movimiento low cost no ayudan”, concluye.