El examen es, y seguirá siendo por lo menos un largo tiempo más, una de las herramientas educativas para comprobar que un alumno ha entendido -o por lo menos, ha estudiado- cierto temario.
Es cierto, no es una herramienta de las más eficaces, pero sí de las más extendidas por todo el mundo. Así que toma nota de estos consejos que nos ofrecen a través de Spain Business School para intentar mantener a raya los nervios que provoca presentarse a un examen.
Antes del examen
1º – Asegúrate de la fecha, hora y lugar del examen. Si siempre los haces en el mismo centro, no es necesario que compruebes la ubicación y lo que se tarda en llegar, puesto que ya lo sabes.
Pero, si se realiza en otro centro, te dejará más tranquilo si días antes puedes hacer el trayecto en el horario en el que debes de estar allí. Así puedes calcular el tiempo que te vaya a llevar, las combinaciones de transporte público o aparcamientos y retenciones habituales a esa hora…
Si el examen lo vas a realizar en online -escrito u oral- comprueba antes el lugar desde el que lo vas a realizar: si tienes buena conexión WiFi, si es el espacio indicado y en el que vas a poder estar concentrado. Procura buscar un sitio tranquilo en el que nadie te vaya a molestar y, si convives con más personas, avísales de la importancia de que no te molesten ni que hagan ruidos.
2º – Antes de irte a dormir, deja preparado todo lo que vas a necesitar para el examen, tanto si es presencial como si es online, tanto de materiales como de identificación. Si tienes que ponerte a buscar las cosas en el último momento se incrementará tu nivel de nerviosismo.
Duerme las horas recomendadas. Los atracones de hincar los codos a última hora no suelen dar resultado, así que planifica tu tiempo para que el último día llegues con todo aprendido y te permita descansar.
3º – Dúchate para despejarte. Ponte ropa limpia y cómoda para que te sientas a gusto. Y, dependiendo de la hora a la que lo tengas, desayuna o come saludable. No te hinches, pero tampoco te quedes con hambre. Y recuerda coger una botella de agua para llevarte.
Durante el examen
4º – Escucha con atención todas las indicaciones que dé el profesor o examinador. Si hay algo que no entiendas, es mejor preguntar antes de comenzar que callarse y no saber exactamente qué hacer.
Aquí deberás de conocer del tiempo del que dispones para poder organizarte.
5º – Has estudiado, así que no tienes por qué preocuparte. Mantén la actitud siempre positiva y una respiración relajante.
6º – No te distraigas con nada. Procura aislarte mentalmente del resto de compañeros u objetos y ruidos que te puedan distraer. Enfócate solo en el examen.
7º – Lee detenidamente y con atención las preguntas. No des por supuesto lo que quiere preguntar el profesor, sino que entiendas lo que realmente pide.
8º – Intenta responder las preguntas en orden, pero si en alguna desconoces la solución o “se te atraviesa” pasa a la siguiente. No te quedes parado a ver qué se te ocurre. Lo más posible es que te quede tiempo al final
9º – Si te ha sobrado tiempo, repasa todo: que tu redacción diga lo que realmente quieres decir y la ortografía sea correcta.
Si te ha quedado alguna pregunta sin responder, procura volver mentalmente a cuando estudiaste ese tema. Es muy posible que ahora sí que te acuerdes de la respuesta.
Después del examen
10º – Seguro que te ha salido muy bien, así que ¡enhorabuena! Pero, si no has obtenido el resultado que esperabas, no lo dejes estar. Pide el examen y, con tus apuntes, repasa en lo que has fallado. ¿Te faltaba ampliar información o datos sobre algún tema o acontecimiento? Pues toma nota de ello y para los próximos apuntes procura completarlos mejor.